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Tipos de filtro para tu campana extractora

El filtro de una campana extractora es una parte muy importante porque es la pieza encargada de retener la grasa y los olores que se generan al cocinar gracias a una membrana con orificios. La grasa es retenida por los filtros de aluminio o acero inoxidable, mientras que los olores los retienen los filtros de recirculación de carbón activo.

Es importante renovar estas piezas cada cierto tiempo, dependiendo del uso que se le de a la campana extractora y el nivel de uso que tengan que absorber.  

Para que los filtros tengan un alto nivel de rendimiento la campana debe estar siempre lo más limpia posible.

Existen varios tipos de filtros para la campana extractora:

  1. Filtros metálicos. Están hechos con malla de aluminio o de acero inoxidable. Se trata del típico filtro antigrasa incorporado de serie en las campanas extractoras. 
  2. Filtros de carbón activo. Este tipo de filtro consigue limpiar el aire de la cocina, atrapando los olores en un material poroso que absorbe también la grasa y el vapor. Así consigue filtrar el aire sucio y lo devuelve a la cocina renovado. Este tipo de filtros son desechables y tienen una vida útil media de 6 meses.  Se suelen instalar en las campanas sin salida de humos. 
  3. Filtros de alta eficiencia. Permiten eliminar hasta el 95% de los malos olores que se producen al cocinar. Reducen el nivel de ruido y tienen una vida media estimada de 1 año.

Tanto los filtros de carbón activo como los de alta eficiencia pueden ser, además, regenerativos. Este tipo de filtros pueden limpiarse metiéndolos en el horno durante dos horas a 200ºC cada 4 meses, quedando de esta manera perfectos para volver a ser usados. 

A la hora de optar por una campana extractora, y su filtro, un factor a tener en cuenta es el tamaño de la cocina ya que esto determina el volumen de aire que es preciso renovar. Con este valor se puede determinar la capacidad de extracción necesaria, es decir, el volumen de aire que es necesario renovar cada hora.


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